Un ataque suicida a una mezquita en Pakistán dejó al menos 61 personas fallecidas y 159 heridas. Las autoridades de ese país reportaron que una explosión se produjo durante la hora de la plegaria en un sitio de culto ubicado en un cuartel de policía en Peshawar, en la frontera con Afganistán.
La mezquita estaba ubicada al interior de un grupo de viviendas para los oficiales. En el momento de la explosión habían al menos 260 personas al interior.
«Estoy aquí en el lugar de los hechos y se están efectuando las tareas de rescate”, dijo el vicecomisionado de la ciudad de Peshawar, Shafiullah Khan. “Más cuerpos están siendo retirados. En este momento nuestra prioridad es salvar a la gente enterrada bajo los escombros”, añadió.
Tras el ataque, el Gobierno de Pakistán decretó alerta máximo y toque de queda para dar con los responsables del ataque. Según las hipótesis previas se trataría de un atacante que detonó un chaleco explosivo al entrar a la mezquita.
El estallido provocó que dos plantas del edificio se derrumbaran y las víctimas quedaran atrapadas entre los escombros. De hecho, civiles se unieron a los bomberos y policías para ayudar con el retiro de las piedras.
De momento, ningún grupo islamista se ha pronunciado por el atentado. El último ataque en la localicad ocurrió en marzo de 2022, cuando un suicida detonó sus explosivos en una mezquita de la minoría chií dejando 56 muertos y casi 200 heridos. Este atentado, reivindicado por EI-K, la rama local del grupo yihadista Estado Islámico.